Son Instituciones de Inversión Colectiva cuyo objeto es la captación de las aportaciones de un número variable de inversores (denominados partícipes), para gestionarlas con el objetivo de obtener un beneficio con una adecuada diversificación del riesgo.
Cada partícipe es propietario de una parte del patrimonio del fondo en proporción al valor de sus aportaciones. El resultado de la inversión (aumentos o disminuciones de patrimonio) se atribuye proporcionalmente a los partícipes.
Cada partícipe es propietario de una parte del patrimonio del fondo en proporción al valor de sus aportaciones. El resultado de la inversión (aumentos o disminuciones de patrimonio) se atribuye proporcionalmente a los partícipes.
Para saber dónde y cuánto invertir en un inmueble es preciso entender qué roles cubren las diversas partes de un fondo de inversión.
El fondo puede estar conformado por los aportes de varios inversores individuales, grupales, institucionales, privados o estatales y su rol es el de brindar aportaciones.
Invierte de forma conjunta las aportaciones en diferentes activos financieros siguiendo pautas fijadas de antemano en la política de inversión del fondo.
Custodia el patrimonio del fondo (valores y efectivo) y asume ciertas funciones de control sobre la Entidad Gestora, en beneficio de los partícipes.
Ante las opciones de menor rentabilidad y mayor riesgo y viceversa es clave contar con el asesoramiento indicado.
El rendimiento que consigue en un periodo de tiempo determinado está referido a un índice o Benchmark. Estos son los fondos tradicionales, que apuestan por inversiones menos arriesgadas, teniendo menos comisiones y se especializan en un campo concreto.
El valor de la inversión no está referido a un Benchmark, el valor de éste se mide por su valor monetario. Estos fondos son caros, no se tiene conocimiento en que va a invertir y utilizan todo tipo de técnicas de inversión, como posiciones cortas, uso de derivados, aumentando el riesgo de la inversión.