Los procesos de revitalización de un patrimonio deben seguir un orden que le permita a sus administradores comprender el porqué de su inactividad, y acto seguido comenzar con un plan de acción.
Analizamos detenidamente cada caso durante sucesivas reuniones presenciales o remotas con los propietarios del patrimonio.
En base a la naturaleza específica de cada patrimonio se realizará un informe de planificación con la estrategia a llevar a cabo.
Hacemos un seguimiento de la implementación de la estrategia financiera de forma estrecha a cada caso.
La planificación financiera es una parte importante de la administración de un patrimonio, porque proporciona esquemas para guiar, coordinar y controlar las actividades de éste con el propósito de lograr los objetivos.
La planificación funcional es la esencia de la planificación estratégica, porque es el momento cuando se determinan las actividades que deben realizarse diariamente con miras a alcanzar los objetivos definidos.
En términos generales, la rentabilidad se refiere al rendimiento de una inversión determinada y se expresa por la relación entre los resultados y los recursos empleados.
Se centra en la preparación de estados pro-forma, que son estados financieros (Estados de resultados y balances generales) proyectados o pronosticados.
La mercadotecnia es la encargada de formular las alternativas estratégicas del negocio. Se trazan en detalle los frentes a cubrir de cara a la promoción y multiplicación de los bienes de tu patrimonio.
El sector de finanzas cuantifica las estrategias propuestas por la mercadotecnia. Se profundiza el estudio de las posibilidades de financiación para cubrir los costos del plan.
Estos especifican las acciones financieras a corto plazo y su impacto pronosticado. Estos planes abarcan a menudo un período de uno o dos años.
La información necesaria fundamental incluye el pronóstico de ganancias y diversas formas de datos operativos y financieros.
Determinan las acciones financieras planeadas de una organización y su impacto pronosticado, durante periodos que varían de dos a diez años. Es común el uso de planes estratégicos a cinco años, que se revisan conforme surge nueva información.
Los planes financieros a largo plazo forman parte de un plan estratégico integrado que, junto con los planes de producción y de mercadotecnia, guían a la organización hacia el logro de sus objetivos estratégicos.