Cómo manejar tu mente para mejorar tus inversiones?
A través de técnicas de psicología de trading se pueden aprender a dominar las emociones para que tu mente pueda ayudarte a mejorar tus inversiones
Aunque no lo notemos, las emociones y pensamientos tienen una función vital en las decisiones cotidianas. Una emoción negativa puede llevarnos a tomar malas decisiones, siempre que nos dejemos llevar impulsivamente por ese sentimiento, sin llegar a racionalizar la situación. Lo mismo sucede con nuestras decisiones en el campo de la inversión, las cuales, si no logramos manejarlas adecuadamente pueden llevarnos a resultados exitosos o nefastos.
Las emociones que experimentamos tienen que ver con los estímulos que recibimos diariamente. La paleta de emociones es muy amplia y abarca sensaciones como la euforia y la alegría hasta otras opuestas como el miedo y la inseguridad.
No se puede impedir el sentir, ese bloqueo sería imposible de realizar, además de contraproducente. Sin embargo, lo que si recomiendan los expertos, es no dejarse llevar por ninguna de ellas, ya que puede ser muy perjudiciales para conseguir tus objetivos económicos y alcanzar la libertad financiera.
En palabras de uno de los mejores inversores de la historia, Benjamin Graham:
“Las personas que no pueden controlar sus emociones no son aptas para obtener beneficios mediante la inversión”.
Es por esto que además de la educación financiera que se requiere para conocer dónde y cómo invertir, es necesario entrenar las emociones para poder ser un exitoso inversor.
Mantener una mentalidad adecuada es la mejor manera de que tus emociones no interfieran de forma negativa en tus decisiones.
De qué se trata la psicología del trading?
La psicología del trading es la capacidad de un inversor para dominar sus emociones y tomar buenas decisiones en el campo de las inversiones. Este concepto es abarcativo para todo tipo de inversiones: acciones, bonos, inversiones en bolsa, criptomonedas, fondos fiduciarios, fondos indexados, etc.
Cuál es la importancia de controlar la emoción?
Todos los seres humanos experimentamos emociones como reacción a un estímulo.
Para dar un ejemplo práctico de la actualidad, veamos una situación que se está viviendo mucho. En este momento, con la catarata de noticias hablando de la crisis sanitaria, la gente sólo habla de lo mal que está la situación económica, lo mal que se están comportando los mercados, lo que afecta a los salarios… qué emoción te despierta?
Seguramente sea miedo, incertidumbre, inseguridad. Si tienes inversiones quizás estas emociones te lleven un poco más allá y decidas vender todos tus activos.
Esta decisión, si es tomada bajo la influencia de la emoción del miedo seguramente será un error que ningún inversor debería cometer.
Saber dominar las emociones y su mentalidad es un factor de peso tan importante como el conocimiento y la experiencia.
Las decisiones impulsadas por las emociones pueden acarrear grandes pérdidas de oportunidades. Incluso puede llevar a dilapidar los capitales.
La lección más grande que dan los expertos es que no hay que dejarse llevar, ni por emociones negativas ni por emociones positivas, ya que cualquiera de ellas puede llevarnos a cometer errores imperdonables. Las emociones son las peores consejeras a la hora de invertir en bolsa.
Qué son los sesgos cognitivos?
Los sesgos cognitivos son un fenómeno psicológico por el cual se altera la información que captamos a través de nuestros sentidos. De esta forma la realidad que observamos se ve distorsionada.
Estos fenómenos mentales producen una desviación en el procesamiento mental, lo que lleva a distorsiones, juicios inexactos, interpretaciones ilógicas, o lo que se llama en términos generales irracionalidad
El libro “Pensar rápido, pensar despacio” el Premio Nobel de Economía Daniel Kahneman habla de estos sesgos y de su importancia para detectarlos y ser conscientes de ellos, ya que nos llevan a tomar malas decisiones o emitir juicios erróneos. No se trata de un proceso racional y lógico, sino que es un proceso instintivo.
Los tres sesgos más comunes son:
1#. Sesgo del efecto rebaño
En la antiguedad los antepasados sobrevivían yendo en manada y siguiendo al rebaño. Gracias a esto lograban mantenerse vivos en ambientes difíciles.
En la actualidad podemos trazar un paralelismo, ya que suceden cosas parecidas. Cuando alguien hace algo que trasciende, muchos intentan hacer lo mismo como forma de seguir a las masas. Los ejemplos más comunes se pueden ver en las redes sociales, cuando las personas se esfuerzan por copiar a las influencers, vistiendose de la misma manera o consumiendo los productos que promocionan.
En el mundo de las finanzas, seguir al rebaño puede ser altamente perjudicial.
Cuando todo el mundo está hablando de una inversión, hasta las personas que nunca en su vida habían invertido, lo mejor es salir corriendo.
Gracias al sesgo de efecto rebaño puedes pensar que si no compras ese valor que está en boca de todos puedes perderte una oportunidad única. Este «miedo a perderse algo» en psicología lo llaman FOMO ( fear of missing out) si llega a convertirse en patológico.
Este miedo es un sesgo, que como explicamos más arriba es una distorsión de la realidad.
2#. Sesgo del efecto anclaje
A través de este sesgo podemos tomar como referencia la primera información que adquirimos y tomemos decisiones basándonos en ella.
Para dar un ejemplo numérico, comparemos unas acciones que salen 20 euros. Este valor es nuestra referencia. Si la acción aumenta su precio a 40 euros, siguiendo el efecto anclaje pensaremos que la acción está cara. Sin embargo si logramos dejar el sesgo de lado, y lo analizamos racionalmente, no es tan así.
La única forma en este caso de saber si está cara o no será cuando determinemos el valor intrínseco de la empresa. Analizando la nueva situación se puede llegar a las siguientes interpretaciones:
#Si, la acción está sobrevalorada por lo que se aconseja salir.
#No, la acción sigue siento buena y puede ser interesante mantenerla. En el futuro podría generar ganancias mayores.
El consejo es no quedarse con los análisis previos sino siempre actualizar la información para poder sacar nuevas conclusiones.
3#. Sesgo de confirmación
A los humanos no nos gusta que nos lleven la contra. Es por esto que buscamos o seleccionamos la información que confirma lo que pensamos.
De esta manera, aceptamos como buena la información que está alineada con nuestros pensamientos. Lo demás es totalmente falso, según nuestro punto de vista y eso nos deja conformes y tranquilos
Si lo trasladamos al terreno de la inversión, este sesgo puede hacer que si tu crees que una acción bajará, sólo leas las notas que verifiquen tu teoría. Lo cierto es que la acción puede estar dándose un respiro antes de repuntar.
Este tipo de interpretaciones, guiadas por el sesgo de confirmación puede llevarte a cometer muchos errores y a perder dinero.
Cuál es la mejor forma de invertir atentos a la psicología del trading?
Lo ideal, que no siempre puede implementarse, es basar los juicios en estadísticas y datos objetivos, operando siempre según una estrategia definida. En lo posible se deben tratar de evitar tomar decisiones alentados por emociones del momento o por sesgos. De allí la importancia de aprender a controlar la mentalidad con el fin de poder tomar decisiones conscientes, reflexionadas y racionales.
Dos libros fundamentales de la psicología del trading:
Existe una basta bibliografía sobre el tema pero en esta oportunidad recomendamos la lectura de dos libros:
Pensar rápido, pensar despacio de Daniel Kahneman: Aquí se explica el funcionamiento de la mente humana y cómo se toman las decisiones.
El nuevo vivir del trading de Alexander Elder: Esta es una guía donde aprender sobre la psicología trading, del dinero y de las tácticas para un buen manejo del dinero.
Aprender a manejar las emociones te ayudará a mejorar tus inversiones. Recuerda que es tan importante como el saber financiero, y que deberás aplicarlo, además de aprenderlo!
¡Esperamos que te haya interesado la información que te brindamos! ¿Quieres recibir asesoramiento? ¡Contáctanos! En Oinversión podemos ayudarte.