El Eixample, punto neurálgico de la exclusividad.

La compraventa internacional de inmuebles como inversión es un acontecimiento que crece y se establece en la metrópoli catalana. Casi todo el distrito central de Barcelona irradia un halo de exclusividad atravesado por el Paseo de Gracia. Las calles centrales como Aragó, Muntaner, Mallorca o Bruc están en la mira de un grupo exclusivo de inversores de alto poder adquisitivo y visión cosmopolita. Las inversiones en pisos de este sector ronda el millón de euros.

A lo largo de los últimos dos años los bloques urbanos de la Antiga Esquerra y la Dreta de l’Eixample vieron subir los precios notablemente como efecto expansivo. Las viviendas de tres y cuatro ambientes, de segunda mano sin reformar ya rondan los 500.000 euros en el cuadrante Tetuán-Clínic-Diagonal-Gran Vía. Para los pisos reformados habría que sumar 100.000 euros por encima.

La Generalitat ha evidenciado un encarecimiento gradual de los dos barrios centrales del Eixample, seguidos de cerca por Sarriá-Sant Gervasi y Les Corts en el precio medio de venta.

Durante el primer trimestre del 2017 el valor por metro cuadrado en la Dreta y l`Antiga superó los 4000 €/m2, aunque superados por barrios más populares como Gràcia, Gòtic. Born, Barceloneta o Poblenou en los que se dispara el metro a consecuencia de la abundancia de pisos de poco metraje.

Ya en el segundo trimestre de 2017 el Eixample ha cruzado el umbral de los 5.000 €/m2 de media en pisos de segunda mano. 

El profesor Josep Maria Raya, coautor del informe semestral sobre el mercado de la vivienda afirmó: “Las zonas ‘premium’ no crecen con metástasis en la otra punta de la ciudad, lo lógico es que se expandan por las calles cercanas”. A lo que agregó, “Barcelona fue la primera ciudad de España post crisis en la que remontaron los precios de venta, ya en 2013 y 2014 y con aumentos porcentuales de dos dígitos; ahora se le añade Madrid claramente y poco a poco las seguirán el resto de grandes ciudades”,

El profesor Raya sostiene que unos de los factores que agudizó la crecida de precios fueron “los extranjeros, que pagan al contado y compran como inversión, para trabajar aquí parte del año o para instalarse por completo tras la jubilación”. Y añade, “.Para un extranjero casi toda Barcelona es ‘cool’ porque considera céntrico cualquier barrio en un radio de 25-30 minutos a pie de plaza Catalunya”.

Todo esto indica que un inversor local o extranjero con buen olfato y puntería cuenta con nuevos mercados de expansión, más periféricos, donde encontrar oportunidades con grandes márgenes de rentabilidad.

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