Rentabilidad del alquiler en España en 2021: ¡guía para obtener el máximo retorno de la inversión!
Si observas el listado de las
personas más ricas de España, descubrirás que sus fortunas provienen,
principalmente, de tres fuentes: los emprendimientos, la inversión en bolsa y
la inversión inmobiliaria. En efecto, mientras que la inversión en bolsa
representa el 20% del patrimonio de las familias tanto españolas como
latinoamericanas, la inversión inmobiliaria representa el 40%. Esto se debe a
la alta rentabilidad que ofrece el mercado de bienes raíces y a la seguridad
que proporciona este tipo de inversión.
Sin embargo, antes de adquirir una propiedad,
todo inversor debería preguntarse: ¿será este un activo rentable? ¿Cuál será la
mejor manera de adquirirlo para obtener el mayor retorno de la inversión posible?
Analizaremos a continuación algunos de estos conceptos para que puedas
comprender cuán rentable puede resultar una inversión inmobiliaria bien hecha.
¿Cómo calcular la rentabilidad de una inversión
inmobiliaria?
El primer paso para analizar si una inversión será exitosa es calcular su rentabilidad. Al respecto, existen tres conceptos que te ayudarán a analizarla.
- La rentabilidad bruta
- La rentabilidad neta
- La rentabilidad después de impuestos
La rentabilidad bruta se define como
la relación entre los ingresos que se pueden obtener de la propiedad a través
de la renta y el importe total de dinero invertido en la adquisición. Su
cálculo se realiza de forma anual y está definido por la siguiente fórmula
matemática.
La rentabilidad neta se refiere a la
deducción de la rentabilidad bruta de todos los gastos asociados con la
explotación el bien inmueble. En este sentido, los gastos más comunes son los
de comunidad, el Impuesto
sobre Bienes Inmuebles, los seguros y las reparaciones. Cabe aclarar que algunas
de estas cargas pueden ser trasladadas al inquilino. Por lo tanto, en este cálculo
solo se tendrán en cuenta solo aquellas que recaigan sobre el propietario.
Por último,
la rentabilidad neta después de impuestos incorpora una nueva deducción
que es aquella que se genera por el pago del IRPF en relación con los ingresos
del alquiler.
Ahora bien, ¿cuál de estas rentabilidades es la que se utiliza para evaluar si la adquisición de un inmueble será o no redituable? Comúnmente se utiliza la rentabilidad neta.
Rentabilidad neta: ejemplo
práctico
Hasta aquí estamos hablando de
la rentabilidad proveniente del alquiler de un inmueble. El valor medio de esta
variable bruta en España es del 5% anual. Pero veamos un ejemplo práctico.
Supongamos que se adquiere
un inmueble por 200 mil euros con la intención de obtener de él una renta
mensual. Basándonos en la media histórica, al cabo de un año, el propietario
obtendría unos ingresos de diez mil euros provenientes del alquiler (es
decir, el 5% de 200 mil). A esos diez mil euros, deberán descontársele los gastos,
que en general se calculan en un 30% de los ingresos. Es decir que este
propietario tendría unos gastos anuales de 3 mil euros relacionados con el
inmueble alquilado. Entonces, la rentabilidad neta de la inversión resultaría
en:
Rentabilidad
neta: [(10 000 – 3 000) / 200 000] x 100
Rentabilidad neta= 3,5% anual
Como puedes ver, la
rentabilidad neta obtenida es interesante, pero no extraordinaria. Esto se debe
a que aún no hemos analizado todas las fuentes de ingresos que existen en las
inversiones en bienes raíces.
Revalorización de los bienes
inmuebles y rentabilidad total
Tal y como ocurre con las
acciones, las propiedades también se revalorizan a lo largo del tiempo. En efecto,
la tendencia en España es que su valor se incremente un 3% anual. Por lo
tanto, puede esperarse que el inmueble que se adquirió por doscientos mil
euros, tenga un precio superior al cabo de un año. Precisamente, el valor del
bien inmueble del ejemplo habrá aumentado en seis mil euros luego de doce meses
desde su adquisición.
Ahora bien, a la suma de la
rentabilidad proveniente del alquiler podemos sumarle la rentabilidad
proveniente de la revalorización del bien. A esto le llamamos rentabilidad
total. Y, en el caso del ejemplo, sería del 6,5%.
Rentabilidad
total = rentabilidad por alquileres + rentabilidad por
revalorización
Rentabilidad
total = 3,5% + 3%
Rentabilidad
total = 6,5% anual
Apalancamiento: ¿qué ocurre si el bien inmueble
se adquiere con un crédito hipotecario?
Hasta aquí hemos analizado la rentabilidad inmobiliaria en aquellos casos en donde la propiedad se adquiere sin recurrir a un crédito hipotecario. Pero ¿qué ocurriría si la compra se realizara con un préstamo bancario? Suele pensarse que a través de este método se pierde dinero como consecuencia de los intereses generados. Pero al analizar la rentabilidad de la inversión podrás observar que, siempre que la deuda adquirida sea prudente y no exceda tu capacidad de pago, esta operación puede resultar altamente beneficiosa.
Para analizarlo, partiremos
del mismo ejemplo:
Un inversor decide adquirir
una propiedad cuyo precio de 200 mil euros con la intención de alquilarlo. De
la renta, el propietario obtendrá unos ingresos de diez mil euros anuales,
que se transformarán en 7 mil luego de descontarle los gastos de
mantenimiento del inmueble. Pero, a diferencia del caso anterior, ahora el
inversor decide pedir un préstamo hipotecario por el 70% de su inversión. Es
decir que solicita un crédito por 140 mil euros. A ello debemos
sumarle los intereses, que en España representan una media del 2%
del dinero solicitado. Es decir que el propietario tendría que pagarla al
banco 2 800 euros anuales en concepto de intereses.
En este nuevo escenario, el
inversor solo utilizaría 60 mil euros de su bolsillo para adquirir la propiedad.
Entonces, el cálculo de la rentabilidad neta cambiaría.
Rentabilidad
neta= [(Alquileres - Gastos – Intereses) / Dinero invertido] x
100
Rentabilidad
neta= [(10 000 – 3 000 – 2 800) / 60 000] x 100
Rentabilidad
neta por alquiler = 7% anual
Este efecto que genera la
deuda sobre la rentabilidad de la inversión es lo que se conoce como apalancamiento.
Siempre que la adquisición de créditos sea responsable y que se invierta en las
propiedades correctas, el apalancamiento puede multiplicar la rentabilidad de
la inversión.
Ahora bien, recuerda que
existe otra fuente de rentabilidad y se refiere a la revalorización anual
del bien inmueble. Esta variable también cambia cuando la propiedad se
adquiere a través de un crédito. Veamos porué.
Siguiendo el ejemplo anterior,
el inmueble se adquirió por 200 mil euros. Al cabo de un año, su valor se habrá
incrementado en un 3%, es decir, en 6 mil euros. Ahora bien, considerando que
en esta oportunidad el propietario solo ha invertido 60 mil euros para la
adquisición de la propiedad, podemos calcular que la rentabilidad por
revalorización anual será la siguiente:
Rentabilidad
por revalorización anual = (6 000 / 60 000) x 100
Rentabilidad
por revalorización anual = 10%
En consecuencia, la rentabilidad total en este caso será del 17% anual. No obstante, recuerda que, para obtener la ganancia neta definitiva, deberás considerar los impuestos a la renta, es decir, el IRPF.
¡Esperamos que esta
información haya sido de utilidad! ¿Quieres invertir de forma segura? Asesórate
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